Como acabamos de ver, los arándanos contienen cantidades importantes de potasio y magnesio. Estos dos minerales ayudan a regular los procesos inflamatorios del cuerpo para reducir el riesgo cardíaco.
Estos nutrientes equilibran los líquidos de los tejidos y reducen el riesgo de padecer trastornos como la hipertensión y el ataque cardíaco.